Todos tenemos una opinión, todos queremos expresarla si o si, de cualquier tema, conozcamos o desconozcamos, hagamos el ridículo o no al abrir la boca y dejar escapar lo que pensamos.
Pero así es la vida, a todos nos gusta que se nos tenga en cuenta, que ya sea para bien o para mal pero que se nos escuche, se nos oiga, y sea como fuere ahí queda nuestra crítica, nuestro legado de palabras,- toma para ti..aunque no me lo hayas pedido pero yo te digo lo que pienso porque quedarme con estas palabras en el cerebro, me molesta oiga…
¿Qué pasa cuando hablamos si o si a pesar de todo? ¿Cuándo no nos han pedido nuestra opinión? ¿Cuándo la opinión se convierte en una critica destructiva e incisiva que no sirva para otra cosa que para hacer daño a la otra persona? Acaso ¿no se puede expresar una opinión distinta sin tener que echar por tierra a la otra persona?
Me doy cuenta cada día de que no nos conformamos con expresar nuestra opinión, no que va, además tenemos que dejar claro que mi opinión es la que vale y al tuya es una mierda y no solo eso sino que eres estúpido por pensar así. Me podéis decir hay mucha gente que no es así, pues si pero hay otra mucha que si lo es que disfruta criticando a los demás. Seamos sinceros en este país es deporte nacional, se critica sin excepción, y no lo dudes tú también eres criticado, solo hemos de encender la tv a las 16.00 de la tarde y comprobaremos lo fácil y gratuito que sale abrir la boca y dejar salir el veneno contra otros, si encima nos pagan que mejor que mejor no?
Hace poco hice un experimento, pregunte en un foro que le parecía el nombre que estábamos pensando para nuestro pequeño ratoncito. Sabía de sobra que es un nombre que como no esta de moda no es de los más populares pero quería saber qué opinaba y sobre todo como opinaba la gente. Pues bien me he encontrado de todo, en líneas generales la gente era bastante educada y comentaba “yo no le pondría ese nombre a mi hijo pero tampoco es feo” “está muy trillado, pero bueno” “me suena muy antiguo” y luego otras del tipo “es un nombre feo, suena muy fuerte, es muy viejo y no me parece suficiente razón que tu familiar se llamase así para ponérselo a tu hijo, a la gente se la recuerda sin tener que hacer esas cosas”. Por supuesto di las gracias a todas las personas que habían opinado, pero me dirigí personalmente a esta ultima que con tanta saña (al menos para mí) me dijo lo que pensaba, le comente que sonaba fuerte y que me gustaba por eso, que era antiguo y tiene historia, y que no era por recordar al familiar sino por hacerle un homenaje, porque era una gran persona y me gustaría que mi hijo se llamase así.
Me volvió a contestar que parecía que me había ofendido (que puedo asegurar que para nada) y que si no me gustan las opiniones de los demás que no las pida y que si, volvía a reiterarse en que el nombre era feo que nunca se lo pondría a su hijo y que le parecía muy fuerte para un niño y que su abuela se llamaba Ángela y no por eso iba a ponerle a su hija así”
Como me estaba divirtiendo con esto y no hay cosa que más me gusta que ser agradable con la gente que es desagradable le conteste por última vez – Que por supuesto no me había ofendido, además ofende quien puede y no quien quiere y que para eso existen los gustos, que era un nombre fuerte y que mi niño un día seria un nombre no iba a llamarle “algodón de azúcar” solo porque va a ser un bebe durante años de su vida no? además de porque todos los hombres que conozco con ese nombre son y fueron grandes personas y que pido opinión porque me da la gana igual que ella la da y añadí que a mi Ángela me parece un nombre precioso” Por supuesto no volvió a contestar.
Luego pensé que quizá estaba siendo exagerada al pensar que esta persona había sido cruel conmigo al expresar su opinión que las cosas se pueden decir de muchas formas, sin tener que ofender, pensé quizá sean las hormonas, pero luego me di cuenta de que no, cada uno es libre de decir lo que quiere cuando quiere pero bajo mi punto de vista no hay necesidad ninguna de ofender, ninguna, si lo piensas seguro que encuentras la manera de decir lo que quieres sin tener que insultar a la otra persona. Puede que estéis pensando que soy demasiado “políticamente correcta” pues puede que si,(algún defecto tenía que tener no? Jejeje), será que a los ratones no nos gustan entrar en criticas despreciativas innecesarias.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Lo que yo considero falta de educación es en realidad sinceridad? ¿se puede ser sincero sin la necesidad de ofender?
Pd: Mi ratoncito se llamará Pedro.
Palabrita de la niña ratón