De repente un día me conecte al Messenger y ahí estaba, mentiría si dijese que no me puse nerviosa, empezamos las conversaciones como se empiezan siempre en estos casos:
- Ey ¿Qué tal
-¿Cómo tu por aquí? ¿¿Qué tal te va??
Empezamos a hablar y estuvimos toda la mañana contándonos, que tal nos iba. El seguía con la chica con la había empezado cuando dejamos de vernos y de hablar, y tenían una niña, desde el principio me dio la sensación de que no era muy feliz pero no me atreví a preguntar. Yo le conté que me había mudado a la parte norte de Madrid, que vivía con mi novio y que estaba bastante bien.. (para empezar no iba a contarle toda mi vida)
A esta conversación les siguieron muchas otras, siempre por las mañanas, hablábamos de nuestros recuerdos, de los veranos, de la pandilla etc, en muchas ocasiones pensé que el me quería decir algo más pero que no se atrevía.
Un día empezó a hablarme de su relación, de que hacía mucho tiempo que no se querían y que habían tenido a la niña para ver si las cosas mejoraban pero que no fue así… y me empezó a tantear a mí, ; le conté por encima que ese año había sido muy duro en mi relación, que había pasado algo que había marcado un antes y un después, y que estábamos intentando reconstruir la relación, porque siete años juntos merecen una segunda oportunidad (al menos eso es lo que me decía yo..)…y así empezamos también a contarnos nuestras penas..
Llego un día en el que me di cuenta que me levantaba de buen humor solo porque sabía que en un rato estaría hablando con el, y entonces me di cuenta de que la cosa se estaba yendo por un camino peligroso. Habíamos tonteado con la idea de quedar para tomar algo pero no llego más allá, habíamos hablado bastante de nuestra relación y que cosas hubiésemos cambiado..etc..pero ninguno se atrevía a dar ningún paso más…
Hasta que una mañana, no recuerdo muy bien la conversación…solo recuerdo que me dijo “Estoy enamorado de ti, en estos años no he podido olvidarte” y como si las palabras saliesen solas yo conteste “yo también te quiero”….
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