- Depilarme las cejas: Y vosotros diréis ¿y porque te las depilas? Pues porque soy un poco lo peor y como no se decir que no, el año pasado mi mejor amiga que fue la que me peino para mi boda me dijo, ¿Te harás las cejas no? Y yo respondí ¿Por qué? Mis cejas no están mal (y era verdad, no estaban mal), no tía tienes que pulírtelas y quitarte esos pelos de abajo y estos de aquí y estos de allá, así se te verán más grandes los ojos. ¡¡Más!! Y para que quiero que se vean más si ya se me ven un montón. Tía hazme caso…. Le hice caso y ahora me encuentro que cada 15 días tengo que estar haciéndome las dichosas cejas por que los pelos salen cada uno para un lado…
- Planchar camisas: Si, se me da tan mal que a veces me desespero y me dan ganas de darle una patada a la plancha si no fuese porque me quemaría. Gracias al cielo, mi Sr. Ratón es un experto planchador de camisas, menos mal por él, porque como tuviese que ir con lo que yo plancho… acabaría llevándoselas a su madre otra vez.
- Envolver regalos; esta es otra de las cosas que por más empeño que le pongo todos me quedan igual, es decir una CACA de la vaca, así que lo que puedo envolver con forma de caramelo lo hago, aunque sea una mierda de caramelo, por lo menos no parecerá que le ha pasado un coche por encima.
- Regatear; A menos que me vea obligada porque el/la que está a mi lado sean aún más pardillo que yo, NO regateo, ¿por qué? Porque se me da fatal, porque nunca se cuando he de parar, porque hay veces que digo si por eso en España pagaría mucho más y regatearle al pobre que tengo en frente se me antoja feo.
- Decir que no; me cuesta horrores decir que no a la gente a la que quiero, bueno y a extraños también me cuesta a veces, si mi madre que vive a 40 km de mi casa me dice que la vaya a buscar para luego ir a mi casa y otra vez al revés a pesar de que tiene coche y lo que pasa es que según ella “le duele la cabeza y esta mareada”(lo cual parece que pasa a menudo cuando hay que ir a algún sitio) yo voy, me jodo y me aguanto. Si alguien deja el papelito en la mesa típico con pañuelitos diciendo que es sordo y que la voluntad, yo le doy mínimo 1€, si me encuentro con alguien pidiendo en la puerta del supermercado y me pide algo soy incapaz de decir que no, al final siempre le doy algo, si un amigo me dice que está hecho polvo, por muy hecha polvo que pueda estar yo al final acabo yendo a verle /a..soy así de idiota.
- Calcular las medidas en la cocina: Si pone una en una receta 100 gramos de esto, 200 mililitros de lo otro, no tengo ni pajolera idea de cuánto es, vamos si pone 300 gr de patatas ¡¡y como se yo cuantas patatas son 300 gramos!!joder no es más fácil poner 3 patatas de tamaño mediano, medio vaso de vino tinto etc…
- Mantener una broma: Siempre me rio antes de decir que era una broma, es que me puede, me imagino la cara del otro y me parto el pecho
- Decir una cosa y pensar otra: La cara me delata tiene vida propia, yo puedo estar diciendo “no está mal” y si estoy pensando “es una puta mierda” la cara lo dice todo, los ojos todo me traiciona.
- Guardar rencor: soy de las que perdono pero no olvido, me parece que estar odiando a alguien requiere mucha energía y tiempo.
- No entrar al trapo: Cuando oigo opiniones de las que soy contraria al máximo, me cuesta horrores no entrar en discusiones y o polémicas, pero cada vez lo hago mejor, porque pienso ¿servirá de algo? Pues entonces para que decir algo y me callo y me voy, porque si sigo ahí la sangre empieza a hervirme hasta que abro el bocon.
¿Y vosotros es que sois unos auténticos desastres?
Palabrita de la niña ratón
SOY MALA EN TODO LO QUE NOMBRASTE JAJAJA EL OTRO DÍA DEPILANDOME LAS CEJAS ME SAQUE UN PEDAZO DECÍ QUE TENGO FLEQUILLO JAJAJAJA
ResponderEliminarSALUDOS
Te entiendo perfectamente, yo una día casi iba con una ceja perfectamente depilada y la otra que parecía una gallina loca, solución : flequillo!! ajajajaj. besos
ResponderEliminarajajaja, estoy contigo en lo de los mapas... yo tampoco se leerlos. besos grandes
ResponderEliminarBuf, yo en las dos primeras y en la de regatear también soy malísima, jaja. Y en mantener la casa ordenada (para mí está bien si todo está a la vista, con lo cual, obviamente se acaba acumulando), en conseguir la atención de la gente (no tengo madera de líder)y en seguir una rutina también soy un desastre. ¡El caos es mi vida!
ResponderEliminarSaludos!
Hola Artemisa!
ResponderEliminarYo tb soy un verdaderrrrrrrooo desastre para tener la casa ordenada, cuando venga el peque no se que voy a hacer, con la mini casa que tengo..jijijijijo.
Besos
Coincido contigo en más de una, pero sobre todo en lo de rencorosa, jaja, nunca olvido, sé que es muy malo malgastar espacio en la cabeza con estas cosas, pero cuando alguien me hace daño......no olvido.
ResponderEliminarchinnnnchinnnnnn, Aliena ha dicho ajajajaja, es que una cosa es pasar pagina y perdonar y otra cosa es que se te olvide..
ResponderEliminarBesitos
Yo soy un desastre organizandome, lo intento, pero no siempre lo consigo a la primera, quiero abarcar mucho y luego no llego.
ResponderEliminarHola Apple:
ResponderEliminarYo también era así hasta que conseguí ponerme metas a corto plazo y hacer una lista de prioridades, que no siempre sigo, pero bueno más o menos sabes que es más importante e ir solucionando las cosas una a una.
Besotes
A mí también me cuesta decir que no. Eso me ha generado bastantes problemas.
ResponderEliminarAntes entraba más al trapo. Ahora ya no.
El rencor hace daño a quien lo padece.
No es mi caso.
Besos.
Hola Toro:
ResponderEliminarTienes razón, no saber decir que no a tiempo puede causarte muchos problemas, y muy de acuerdo con lo del rencor, si hay espacio en ti para el rencor no lo habrá para otras cosas bastante mejores y positivas.
Besos