Ayer por la mañana, me levante como casi siempre sobada y con las legañas puestas cuando fui a echar mano de la inyección de heparina a la cajita que mi sr.ratón ha tenido a bien ponerme en la balda de arriba del baño, lo que quiere decir que tengo que ponerme de puntillas para cogerlas, todos los días me acuerdo de tus congéneres y todos los día digo luego le digo que me las tiene que bajar, todos los días se me olvida por supuesto.
Total que cuando iba a coger la inyección tantee el fondo de la caja y me di cuenta que solo me quedaban dos..MIERDA, tengo que ir a por la receta, bueno luego llamaré al ambulatorio a ver cuando me dan cita… veremos a ver..
-11.30 Llamo al teléfono que te dan la cita por teléfono, comunica.
-12.00 Llamo de nuevo al teléfono, pincho el digito para hablar con una teleoperadora, me sale dicha teleoperadora le digo que necesito cita con el médico, para una receta, me dice que me pasa con el centro de salud, 2 minutos de musiquita, vuelve, el centro comunica (que raro), me da el teléfono para que llame directamente.
-12:05: Llamo al centro, comunica
Así hasta la 13:30 que ya estoy hasta el mismísimo de llamar y que comunique, decido que me voy a pasar y que sea lo que Dios quiera.
Llego a las 18:45 al ambulatorio, me pongo en la cola de información o recepción como se quiera llamar y cruzo los dedos para que me toque alguien un poquito amable… mis expectativas no se hacen realidad, me atiende una mujer de unos cuarenta y pico de años que me mira por encima de las gafas (no puedo soportar eso)
-Dígame.
-Hola buenas tardes, vengo porque necesito una receta de heparina.
- ¿Pero que tiene aquí la heparina?
-No no, vengo porque la hematóloga me ha mandado pincharme heparina y vengo a por la receta.
-¿Quién tiene esa receta?
-Pues supongo que el médico, vamos que me la tiene que hacer el.
-A ver, que me está haciendo usted un lio, ¿ a qué viene?
-Vengo a ver si mi médico de cabecera podría hacerme una receta.
-Ahh pero para eso necesita usted cita.
-Lo sé pero llevo todo día intentado que me den una cita en el teléfono que aparece en la tarjeta (se lo muestro) y ha sido imposible.
(La tía se me queda mirando, yo empiezo a ponerme nerviosa, vuelve a mirarme por encima de las gafas y me dice:
-A ver dígame su nombre y sus apellidos.
-Ratóncito perez..
-Ok, su médico es el Doctor B
-Sí, correcto
-Ok le voy a pasar nota, pero mire que cola hay. - Miro hacia la consulta y no puedo creer que toda esa gente este para mi médico.
-Ok, esperaré, que otro remedio tengo.
Me siento en la salita, y saco mi e-book, bueno teniendo el e-book puedo esperar lo que sea, pasan 30 minutos y el paciente que está dentro aún no ha salido, empiezo a hacerme pis, pero sé que si me voy al baño saldrá el médico justamente cuando este a medio chorrito y con los pantalones por las rodillas, es que es matemático, así que decido aguantar.
Se abre la puerta por fin de la consulta pero antes de que el médico pueda salir, entra un matrimonio de ancianitos a la par que sale otro haciendo efecto embudo en la puerta.
Otra media hora más, ya no me aguanto…voy al baño, la puerta no cierra, sujeto con una mano la puerta y de paso cuelgo el bolso en esa mano, con la otra me bajo el pantalón, rápido, rapidoooo, pufff no podía más..cuando me estoy abrochando de nuevo el pantalón apoyada en la puerta oigo de lejos que se abre una puerta, salgo escopeteada del baño abrochándome el cinturón… no no no nooooo mierrrda que no llego!! toma la curva a la derecha, ras, luego esquivo a la señora de la limpieza, ras, y llego cuando el médico está a punto de entrar, digo “un momento” (bueno creo que lo he gritado), pero ya de perdidos al rio., pero ya es tarde el médico se ha método…. NOOOOOOOO!!!
Me vuelvo a sentar en la salita cegándome en todo lo que se me ocurre cuando veo que la gente me mira, he salido con un trozo de papel pegado al tacón.. miro hacia arriba y pienso ¿algo más??????? Respiro, uno, dos, tres, yo me calmaré todos los veréis, utilizo este mantra de Carl Winslow hasta que me he calmado, abro de nuevo mi e-book y digo bueno por donde iba…. No iba por ningún sitios por el PUTO e-book se ha quedado sin batería, fuuuuuuuuuuuuuuuu… me cago en la leche Merche!!
Pasa media hora, ya son las 20.20 horas, ya me he cansado de rebuscar cosas y tonterías en el bolso, me pongo a pensar que escribir en el blog..cuando ya estoy metida en faena pensando sobre que puedo escribir, se abren las puertas, SSIIIIII, el médico sale, empieza a decir nombres, no me nombra a mi pero yo le estoy mirando con ojillos de cordero degollado y como además me conoce pregunta ¿alguien más? Y yo salto como si tuviese un resorte Yo, yo, yo… yo solo, (creo que estoy balbuceando, se me ha olvidado hablar),
“Yo receta”- Alcanzo a decir- me mira mi medico con su aire de sabio distraído.
-¿Solo necesitas una receta?
-Si.
-Pasa.
Noto como unos diez pares de ojos me acribillan con la mirada, el médico también se ha dado cuenta porque me dice, déjame el informe que ahora en cuanto tengo un minuto te la hago y la saco, y salgo de la consulta y vuelvo a esperar.
Miro a todo el mundo como diciendo, veis, veis, no me he colado jolines, que llevo 1 hora y media esperando.
Espero 20 minutos más y cuando se abren las puertas, ahí está el, con las hojas verdes y blancas en las manos… dice “ratoncito perez”, y yo casi siento ganas de abrazarle, -Tome sus recetas, tiene para un mes, el mes que viene tendrá que volver a venir-.Ok,ok…(digo esto casi flotando ya).
¡¡Estoy en la calle!!, he salido!! LO HE CONSEGUIDO, sin tener que matar a nadie, estoy hecha una campeona, que no?
Palabrita de la niña ratón