El UNIVERSO TIENE SUS PLANES (3ª PARTE)

Desde el día que nos dijimos esas dos palabras, la vida empezó a dar una vuelta de 180º para mi fue como un ciclón, a sabiendas de lo que sentía o más bien volvía a sentir por el decidí que era hora de terminar con mi relación, la cual el ultimo año había pasado por una muy mala racha. Con el valor que te infunde saber que tienes a alguien que te respalda para hacer esto deje a mi novio de los últimos siete años y me fui de casa, en ese momento pensé que no había sido tan difícil, nada más lejos de la realidad.

Esos días no podía llamarle puesto que el tenia que arreglar lo suyo con su pareja, hasta entonces no nos habíamos visto ni una sola vez desde hacía 9 años.

Hasta que un día al poco de yo dejarlo me sonó el móvil y me dijo que venia de camino a casa de mi madre, el corazón se me acelero y no sabia ni que ponerme; el reencuentro fue extraño, mágico y mil adjetivos más que no llego a descifrar..  Pero aunque fue una noche increíble, algo enturbio mi alegría, el todavía no había dejado a su pareja, alegaba que era por la niña y yo quería creerle y debía comprenderle puesto que la historia no era igual para el que para mi.

Pero así pasaron tres meses, me debatía entre la tristeza más profunda de alguien que por un lado ha dejado de lado toda su vida anterior con lo que ello conlleva, estar sola ante todo eso, puesto que el seguía en su casa y la alegría de hablar con el todos los días y quedar de vez en cuando, cada vez más mágico, cada vez más agridulce.

Pase una de las novedades para horribles de mi vida, estaba perdida, sola, echaba de menos mi casa, mi vida y también aunque no quisiese reconocerlo al que había sido mi pareja durante siete años.

En este punto haré un inciso para decir que mi ex pareja no me lo puso fácil en ningún momento, nunca se rindió y dijo que esperaría hasta que se me pasase, al tener una casa compartida podéis imaginar los malos tragos que pasamos por el tema.

Y así el día de Nochebuena decidí que ya no podía más, no quería seguir con esa situación, estaba tan triste que a penas salia de casa, así que le mande un correo, ya que no le podía llamar, y le dije que se acabo, que ya no podía esperar más, que le quería pero la situación era demasiado; ese día me llamo y me dijo que lo entendía pero que estaba viendo la forma de hacerlo correctamente, que se jugaba mucho por el tema de su hija, quería entenderle, quería comprenderle y apoyarle, pero me sentía tan mal que no podía más.

Al día siguiente tenia un correo suyo diciendo que por favor esperase un poco más, que me quería y que estaría dispuesto a todo con tal de estar juntos.

Espere, sin mucha esperanza, y empezando a hacer mi vida, y de repente un día paso, me llamo y me dijo que ya estaba, que había pasado, había sido ella la que había puesto fin a la relación y que ya era libre.

Al día siguiente empezamos lo que parecía iba a ser nuestra relación.