Me he propuesto que este blog no deje de ser lo que era y recuperar
entradas del estilo variado que antes hacía, pero lo cierto es que abrí el blog
con el fin de compartir experiencias personales y lo que ahora pasa en mi vida
es mi hijo, no quiero limitar las entradas a mundo “bebelandía” pero no quería
dejar pasar la oportunidad de compartir con vosotros los que me leéis la
experiencia de lo que fue mi parto, que a la vez me servirá a mí para que no se
me olvide (aunque dudo mucho que algún día se me vaya a olvidar).
Aún hoy si lo recuerdo tengo ganas de llorar, siento que lo que podía haber
sido una experiencia maravillosa se torno en horrible porque alguien decidió
que mi hijo tenia que venir a este mundo un día en concreto en vez de ser el quien
decidiese que estaba listo, y lo cierto es que no me quito culpa porque estaba
concienciada e informada había estado viendo la web www.elpartoesnuestro.com; me había
informado, era la “listilla” de las clases de preparto, cuando alguna compañera
me decía que tenía miedo, yo decía, ¿Por qué? Será solo un rato.. y aún así el
día que me dijeron que tenía la tensión muy alta y eso unido al hecho de que me
pinchaba heparina hacían que fuese “obligado” programar el parto, como sabia
que esto era posible, yo pregunte si realmente era necesario y si no podíamos esperar
puesto que sentía que mi hijo aún no estaba por la labor de salir.
El caso es que el ginecólogo me echo una charla acerca de la pre-clampsia,
y una posible complicación por el tema de la heparina, que solo de pensar que
le pudiese pasar algo a mi ratón accedí… otra vez no me pillan.
Así que el 18 de Febrero a las 8.00 de la mañana estando de 39 semanas estaba
ingresando en el hospital Puerta de Hierro, casualidades de la vida, ese mismo
día había otras 11 mujeres que se habían puesto de parto, por lo que me
comentaron “porque tienes sala de partos reservada sino tendríamos que aplazar
tu parto hasta mañana” (como el que aplaza una cita en el dentista), suerte la
que tuve de que ya estaba de 1 cm y no me tuvieron que poner no se qué historia,
sino en vez de 18 horas como estuve, habría podido estas 2 días de parto,aunque
lo pienso y quizá hubiese sido mejor y las cosas hubiesen ido con más calma.
A las 10.00 de la mañana, me pasaron, me dieron una bata, ponte cómoda,
ahora viene la matrona, he de decir que la matrona fue muy amable conmigo pero
creo que se equivoco o las circunstancias (tened en cuenta que había 11 mujeres
más pariendo) hicieron que le entrasen prisas porque el mío fuese rápido.
Yo estaba concienciada a que iba a ser largo y debía tener paciencia y
muchas dosis de autocontrol pero no estaba preparada para todo lo que aconteció.
Me pusieron oxitocina con un gotero y empezaron las contracciones, al principio
estaba bien, pedí una pelota de pilates y estuve allí como hora y media o así,
llego de nuevo la matrona me miro
- Sigues con un centímetro y medio, voy a subirte la oxitocina y a romperte
la bolsa
- Yo- bueno vale- como si pudiese decir algo.
- Ya está aquí el anestesista ¿vas a querer la epidural?
- Pues no sé, me gustaría aguantar más y ver si puedo soportar el dolor para
que no se detenga el trabajo de parto.
- A ver puedes hacer lo que veas pero voy a subirte más la oxitocina y
ponerte buscapina para ablandarte el cuello del útero y esto va a ir deprisa a
la par de que va a empezar a ser doloroso y constante.
- A todo esto mi sr ratón había salido un momento y estaba mi madre conmigo,
por supuesto ella opino.
- Si puedes evitar sufrir hija póntela ya, que te digo yo que lo vas a
agradecer, que tú no sabes lo que es..
- Ya pero no es mejor que aguante un poco más?
- ¿Para qué? Si ya has oído que te van a subir todo.
Total que como podéis adivinar al final accedí estaba asustada y el
desconocimiento y el pensar que mi hijo pudiese sufrir más de lo necesario me
hicieron decir que si, así que ahí estaba yo con apenas 2 cm dilatada y ya con
la epidural puesta, por supuesto ya no me podía mover, ni beber ni comer nada…
¡¡Que error tan grande cometí!! No os hacéis una idea de lo mucho que me
arrepiento.
Eran las 9.00 de la noche y aún estaba de 5 cm, cuando cambio el turno de
las matronas y empezaron los problemas. El sr ratón salió a cenar con sus
padres y entro mi madre, se supone que esto no se podía hacer pero mi madre
(como todas las madres) no estaba dispuesta a dejarme sola). Con el cambio de
matronas me toco la tía más borde que debía haber en el hospital, me cambiaron
de posición me dejaron sentada porque el niño estaba muy arriba, cuando llevaba
un rato así empecé a encontrarme mal y la máquina de la tensión se disparo, salió
mi madre corriendo a llamar a la matrona que lo primero que hizo fue echarnos
la bronca porque antes estaba mi marido y ahora mi madre en vez de mirar que es
lo que me pasaba, me dijo que quien me había puesto sentada, que el niño estaba
sufriendo, le dije que otra matrona que había venido.
Así que volvieron a tumbarme, pero algo no iba bien, porque el latido del
niño disminuía y me subía la tensión me movieron de un lado a otro y de repente
la matrona empezó a avisar a los médicos, me quitaron la oxitocina corriendo y
me movían la tripa de un lado a otro, empecé a llorar del susto que tenia y lo único
que a la muy HIJA DE PUTA, y lo digo así como lo siento de la matrona fue
decirme
- ¿Y tu porque lloras? ( no me salían las palabras)
- (Y mi madre, que para eso es madre, le soltó ) pues de miedo de que va a
ser.
Parece que le iba a responder cuando entro una doctora muy amable, en
seguida tomo las riendas, pero aquí empezó es suplicio de verdad, me explicó.
- Te hemos quitado la oxitocina porque has tenido una contracción muy larga y
fuerte que ha hecho que le disminuya el latido al niño y que te suba la
tensión, ahora te voy a dar un medicamento para contrarrestar el efecto y que
te va a dar taquicardia, no te asustes, luego voy a hacerle una prueba al niño
para ver que todo va bien.
A todo esto llego de nuevo el sr. Ratón que se dio un susto de muerte al
ver que me habían puesto un montón de cables por la vagina y estaba blanca como
la pared y no paraban de entrar enfermeras y médicos.
Le hicieron la prueba al niño y oí como le decía la matrona ¿ha tragado
meconio? –Si, pobrecillo con el susto que se ha llevado.
Eran las doce de la noche y la cosa iba igual de lenta pero a peor
volvieron a ponerme la oxitocina, otra vez buscapina y un medicamento para la
tensión que me hacía que me hirviese hasta la sangre, y entonces paso que empecé
a notar absolutamente todo, todas las contracciones cada minuto, dos minutos,
se me estaba yendo el efecto de la epidural, vino otra vez el anestesista, que
también tengo que decir que fue muy amable y muy atento conmigo y me puso otro
bolo, y otro un poco más tarde, pero no se porque la epidural parecía no
hacerme efecto, tras dos horas así todavía estaba de 8 cm y ya empezaba a no
poder más, tenía la boca seca, quería beber, mi sr ratón me ponía gasas
mojadas.
Volvió la doctora y volvió a hacerle la prueba del sufrimiento fetal a mi
ratoncito, y me dijo si en una hora no has dado a luz te llevo al quirófano y
hacemos una cesárea, ahí me derrumbe, eso es que algo definitivamente iba mal.
Paso una hora y una hora y media y cuando entro la doctora me vio la cara
de sufrimiento y le dije no puedo más,
la epidural solo la tenía en las piernas, porque las contracciones me estaban
partiendo en dos y tenía ganas de empujar.
Me empezó a decir empuja, aún no estás dilatada del todo, pero vamos a ver,
empuja un poco más, venga lo estás haciendo muy bien.
De repente me encontré empujando con todas mis fuerzas, súper disciplinada,
cuando me decían empuja me agarraba a las asas y pensaba que era lo único que tenía
que hacer, mi sr. Ratón estaba en una esquina y no le dejaron moverse.
No sé cuánto tiempo pase empujando pero oí dame espátulas viene con una
vuelta de cordón y una enfermera se acerco para decirme, no te asustes cuando
haya nacido te lo vamos a poner encima pero primero tenemos que aspirar lo que
haya tragado vale? En cuanto esté listo te lo pondremos encima.
Y así en dos o tres empujones más oí “venga ya está aquí un empujón más” y
efectivamente por fin salió Pedro, con su vuelta de cordón, le cogieron para
aspirarle y yo miraba a mi sr ratón y decía ¿no llora? ¿Por qué no llora?,
cuando finalmente oí la voz de mi pequeño, casi me da algo en esos segundos, y
por fin me lo pusieron encima, que sensación, que emoción, ya estaba aquí,
estaba muerta, estaba destrozada y aún así contenta de que mi bebe estuviese
bien, en seguida me lo pusieron al pecho y empezó a succionar, mientras tanto
mi calvario no había terminado.
Estuvieron cerca de una hora cosiéndome, y pensé que me daba algo, quería
que acabase ya esa tortura que me dejasen con mi familia.
Tras dos días en el hospital me mandaron para casa con una cicatriz que me
tuvo casi un mes sin poderme sentar, con secuelas físicas para mucho tiempo,
con secuelas psíquicas para siempre y con una anemia brutal.
He de decir que el trato que recibí en el hospital excepto la hijaputa de
la segunda matrona fue estupendo en cuanto a amabilidad y a estar pendientes de
mi, y de enseñarme a dar el pecho tantas veces como lo solicité, y cambiarme
sabanas, ayudarme a absolutamente todo, pero no les puedo perdonar la prisa con
la que decidieron que mi bebe tenía que nacer, me han dejado con el sentimiento
de culpa, con el sentimiento de no querer tener más hijos, me han dejado con el
sentirme menos mujer y no dejar a mi marido que me toque porque siento que ya
no soy la misma, que ya no voy a ser capaz de darle placer, supongo que como
todo el tiempo curará las heridas y el agua volverá a su cauce, pero os puedo
asegurar que si hay un segundo ratoncito, esto no me vuelve a pasar, no pienso
dejar que decidan cuando nazca mi hijo, lo hará cuando esté preparado, ni antes
ni después
Palabrita de la niña ratón