jueves, 2 de febrero de 2012

En una dimensión paralela

Es donde me encuentro, vivo como si nada de lo que pasa en el exterior me importase o me afectase a pesar de que así pudiese ser.
Enciendo la televisión, lo que antes me preocupaba, me indignaba ha pasado a un segundo plano y hasta a un tercero, nada me de eso parece importante.
Me paso el tiempo tachando días en el calendario, expectante de cualquier nueva sensación que indique que es el momento, parece que toda yo se esté preparando para el momento de la llegada, nada de lo demás me saca de esta realidad paralela.
Volver a recuperar mi cuerpo, el que tengo compartido desde hace nada menos que nueve meses, que ha ido sufriendo cambios, que ha ido viendo como iba cediendo espacio a una vida nada más y nada menos, y lo pienso y me quedo alucinada, me alucina tanto la naturaleza, como empezamos y como llegamos hasta el punto de conocer el mundo por primera vez.
He dejado de ser la que era, o la que era esta apartando dejando espacio a esta otra "yo" en esta dimensión paralela donde solo estamos mi pequeño y yo, en una extraña conexión que solo entendemos el y yo, unidos 24 horas al día.
Y como somos animales y provenimos de la naturaleza tal y como hacen los animales preparo todo para la llegada, el "síndrome del nido" lo llaman, para que todo este listo, para que nada falte y pienso en toda esa responsabilidad que viene y me da miedo por momentos, ya no seré nunca más yo, la que hasta ahora era, ahora seré primero madre y luego todo lo demás.

Palabrita de la niña ratón