martes, 20 de diciembre de 2011

INSOMNIO

No puedo dormir, pasan los días y dormir se ha convertido en un lujo, eso me llena de frustración y me sumo en la neblina de los días largos y pesados en los que me siento desorientada, cansada.
Llega la noche y reconozco esa sensación de meterme en la cama llena de angustia al menos antes podía tomar alguna pastilla que más tarde que pronto te hacen dormirte y sumirte en un profundo dormir sin sueños pero ahora no puedo y eso me pone nerviosa.
Me acuesto y rezo por favor que no me duela la espalda, por favor que mi ratoncito me deje dormir un poquito, al menos conciliar el sueño, pero eso no pasa, me pesa la tripa me pongo de un lado a Pedro no le gusta y me lo hace saber, noto como si un alíen me patease la parte derecha del estomago, me pongo del lado izquierdo, tampoco le hace gracia, me pongo un cojín entre las piernas, en la barriga, me pongo boca arriba, nada así no puedo respirar, la contractura de la espalda empieza a ponerse peor, es la tensión de que pasan las horas y no concilio el sueño.
Oigo al sr ratón dormir plácidamente, oigo su respiración acompasada, ruiditos y ronquidos leves y tengo tal ataque de envidia que tengo ganas de despertarle, pero no lo hago, al menos que uno descanse bien.
Las horas pasan y sé que me tengo que levantar en un rato, eso hace que aún me tense más. El ratoncito hace un rato que no se mueve o yo estoy tan desesperada que ya ni le noto, los nervios me han agarrotado toda la espalda y empieza a doler muchísimo me levanto y me tengo que tomar medio paracetamol, se me ocurre mirar el reloj, las 4:30 de la mañana. Intento hacer varios estiramientos, intento hacer la postura del dromedario recomendadisima por la profe de yoga (no me sirve para nada) hasta que al final regreso a la cama.
Estoy tan cansada y dolorida que empiezo a llorar como si fuese una niña pequeña me da vergüenza pero se me salen solas las lagrimas, mi sr ratón se despierta desorientado ¿Qué te pasa? ¿Qué pasa? Y yo no puedo ni hablar del hipo del llanto, alcanzo a decir “espalda….. buahhhh, buahhhhhh, no puedo dormir buahhhhh” el pobre se incorpora y me dice venga túmbate de lado te voy a dar un masaje, la verdad no es que me alivie que me lo de, me alivia que tiene las manos calientes y me dice venga sigue mi respiración” parece que me relajo un poco y entre eso, el paracetamol, lo cansada que estoy y el llanto me quedo por fin rendida. Pero como todos los días el despertador cruel vuelve a sonar a las 7:30 y yo entre las mantas digo “hoy no voy, hoy no voy”, pero al final me levanto, no sé ni cómo soy capaz de meterme en la ducha, y menos aún de conducir, menos mal que voy por el carril derecho, cosa que hace que me encuentre con pocos coches la verdad, llego al trabajo y pienso que con la empanada mental que traigo no hubiese sido mejor quedarme en casa, pero ya estoy aquí y otro día largo y aburrido se presenta.
Pienso de nuevo en la noche y me dan escalofríos, menos mal que tengo a mi sr ratón que al menos se apiada de mi y cuando llego a casa me deja que me tire al sofá cual oso perezoso y puedo descansar, si no fuese por eso, creo que no se qué haría.

Así que vosotros que podéis dormid y aprovechar las horas de sueño que tengo la impresión de que esto es solo el principio y el cuerpo lo que esta es acostumbrándose.


Palabrita de la niña ratón