lunes, 25 de abril de 2011

DESAPARECER

A veces pienso como sería desaparecer, momentáneamente, ver desde fuera mi vida como  si fuese un simple espectador, a veces me pregunto si cuando mueres existe una salita de espera hasta que llegas a la oscuridad o a la luz (según la creencia) en la que solo se siente tranquilidad, sin preocupaciones, sin pensar, poder dejar la mente en blanco, que genial sería, o que te den un bol de palomitas y  chocolate y donde se  abre una inmensa pantalla de cine y puedes ver lo que quieras, tu vida, como sería si hubieses elegido otro camino, o cómo será la vida cuando ya no estés..y no sentir nada..solo tranquilidad de dejar las cosas atrás y que el trabajo ya está hecho.

No me malinterpretéis, no hablo de que quiera morir, solo de la sensación que debe ser no tener nada en el cerebro en lo que pensar, sin problemas, ni responsabilidades, ni absolutamente nada, solo tranquilidad, tranquilidad en la oscuridad como cuando buceas y solo te oyes respirar y ves a los peces pasar, o como cuando  nunca mejor dicho “haces el muerto” y te mecen las olas y solo la claridad del sol te molesta.

A veces sueño con que hay otra yo que cuando estoy cansada viene y me sustituye, así yo puedo ir a meterme en mi cama, debajo de las sabanas y descanso y duermo sin sueños, solo bucear en lo más profundo y dejar la mente como un folio sin escribir, escucho a los demás hablar y seguir con su vida mientras yo estoy a gusto y protegida en los brazos de Morfeo y solo cuando estoy preparada para salir mi otra yo viene, y nos cambiamos los papeles.

Por el momento me conformaré con los momentos de silencio en mi rincón preferido donde da el sol, donde nadie me molesta cuando necesito entrar en mi mundo, en el mundo donde nadie me necesita, donde nada necesito, donde no pasa el tiempo y siento lo más parecido a la tranquilidad.




Palabrita de la niña ratón

martes, 12 de abril de 2011

PESADILLA EN EL AMBULATORIO

Ayer por la mañana, me levante como casi siempre sobada y con las legañas puestas cuando fui a echar mano de la inyección de heparina a la cajita que mi sr.ratón ha tenido a bien ponerme en la balda de arriba del baño, lo que quiere decir que tengo que ponerme de puntillas para cogerlas, todos los días me acuerdo de tus congéneres y todos los día digo luego le digo que me las tiene que bajar, todos los días se me olvida por supuesto.

Total que cuando iba a coger la inyección tantee el fondo de la caja y me di cuenta que solo me quedaban dos..MIERDA, tengo que ir a por la receta, bueno luego llamaré al ambulatorio a ver cuando me dan cita… veremos a ver..

-11.30 Llamo al teléfono que te dan la cita por teléfono, comunica.
-12.00 Llamo de nuevo al teléfono, pincho el digito para hablar con una teleoperadora, me sale dicha teleoperadora le digo que necesito cita con el médico, para una receta, me dice que me pasa con el centro de salud, 2 minutos de musiquita, vuelve, el centro comunica (que raro), me da el teléfono para que llame directamente.
-12:05: Llamo al centro, comunica

Así hasta la 13:30 que ya estoy hasta el mismísimo de llamar y que comunique, decido que me voy a pasar y que sea lo que Dios quiera.

Llego a las 18:45 al ambulatorio, me pongo en la cola de información o recepción como se quiera llamar y cruzo los dedos para que me toque alguien un poquito amable… mis expectativas no se hacen realidad, me atiende una mujer de unos cuarenta y pico de años que me mira por encima de las gafas (no puedo soportar eso)

-Dígame.
-Hola buenas tardes, vengo porque necesito una receta de heparina.
- ¿Pero que tiene aquí la heparina?
-No no, vengo porque la hematóloga me ha mandado pincharme heparina y vengo a por la receta.
-¿Quién tiene esa receta?
-Pues supongo que el médico, vamos que me la tiene que hacer el.
-A ver, que me está haciendo usted un lio, ¿ a qué viene?
-Vengo a ver si mi médico de cabecera podría hacerme una receta.
-Ahh pero para eso necesita usted cita.
-Lo sé pero llevo todo día intentado que me den una cita en el teléfono que aparece en la tarjeta (se lo muestro) y ha sido imposible.
(La tía se me queda mirando, yo empiezo a ponerme nerviosa, vuelve a mirarme por encima de las gafas y me dice:
-A ver dígame su nombre y sus apellidos.
-Ratóncito perez..
-Ok, su médico es el Doctor B
-Sí, correcto
-Ok le voy a pasar nota, pero mire que cola hay. - Miro hacia la consulta y no puedo creer que toda esa gente este para mi médico.
-Ok, esperaré, que otro remedio tengo.

Me siento en la salita, y saco mi e-book, bueno teniendo el e-book puedo esperar lo que sea, pasan 30 minutos y el paciente que está dentro aún no ha salido, empiezo a hacerme pis, pero sé que si me voy al baño saldrá el médico justamente cuando este a medio chorrito y con los pantalones por las rodillas, es que es matemático, así que decido aguantar.
Se abre la puerta por fin de la consulta pero antes de que el médico pueda salir, entra un matrimonio de ancianitos a la par que sale otro haciendo efecto embudo en la puerta.
Otra media hora más, ya no me aguanto…voy al baño, la puerta no cierra, sujeto con una mano la puerta y de paso cuelgo el bolso en esa mano, con la otra me bajo el pantalón, rápido, rapidoooo, pufff no podía más..cuando me estoy abrochando de nuevo el pantalón apoyada en la puerta oigo de lejos que se abre una puerta, salgo escopeteada del baño abrochándome el cinturón… no no no nooooo mierrrda que no llego!! toma la curva a la derecha, ras, luego esquivo a la señora de la limpieza, ras, y llego cuando el médico está a punto de entrar, digo “un momento” (bueno creo que lo he gritado), pero ya de perdidos al rio., pero ya es tarde el médico se ha método…. NOOOOOOOO!!!

Me vuelvo a sentar en la salita cegándome en todo lo que se me ocurre cuando veo que la gente me mira, he salido con un trozo de papel pegado al tacón.. miro hacia arriba y pienso ¿algo más??????? Respiro, uno, dos, tres, yo me calmaré todos los veréis, utilizo este mantra de Carl Winslow hasta que me he calmado, abro de nuevo mi e-book y digo bueno por donde iba…. No iba por ningún sitios por el PUTO e-book se ha quedado sin batería, fuuuuuuuuuuuuuuuu… me cago en la leche Merche!!
Pasa media hora, ya son las 20.20 horas, ya me he cansado de rebuscar cosas y tonterías en el bolso, me pongo a pensar que escribir en el blog..cuando ya estoy metida en faena pensando sobre que puedo escribir, se abren las puertas, SSIIIIII, el médico sale, empieza a decir nombres, no me nombra a mi pero yo le estoy mirando con ojillos de cordero degollado y como además me conoce  pregunta ¿alguien más? Y yo salto como si tuviese un resorte Yo, yo, yo… yo solo, (creo que estoy balbuceando, se me ha olvidado hablar),
“Yo receta”- Alcanzo a decir- me mira mi medico con su aire de sabio distraído.
-¿Solo necesitas una receta?
-Si.
-Pasa.
Noto como unos diez pares de ojos me acribillan con la mirada, el médico también se ha dado cuenta porque me dice, déjame el informe que ahora en cuanto tengo un minuto te la hago y la saco, y salgo de la consulta y vuelvo a esperar.

Miro a todo el mundo como diciendo, veis, veis, no me he colado jolines, que llevo 1 hora y media esperando.

Espero 20 minutos más y cuando se abren las puertas, ahí está el, con las hojas verdes y blancas en las manos… dice “ratoncito perez”, y yo casi siento ganas de abrazarle, -Tome sus recetas, tiene para un mes, el mes que viene tendrá que volver a venir-.Ok,ok…(digo esto casi flotando ya).

¡¡Estoy en la calle!!, he salido!! LO HE CONSEGUIDO, sin tener que matar a nadie, estoy hecha una campeona, que no?


Palabrita de la niña ratón

miércoles, 6 de abril de 2011

TE QUIERO

No recuerdo la primera vez que dije te quiero, ni la primera vez que me lo dijeron a mí, ese recuerdo se confunde con muchos otros.
No recuerdo cuantas veces me lo han dicho ni cuantas veces lo he dicho yo a lo largo de mi vida, regalando palabras, a veces con más sentido que otras.
Lo que sí recuerdo es el día en que “Te quiero” fue lo único que te podía decir, lo único que podía recoger todo eso que llevaba dentro, las alegrías, las penas, el sonido de tu risa, el cabalgar de mi corazón, las noches en vela pensándote, la veces que conté tu cuerpo sobre el mío, la angustia de no saber que pensabas, verme reflejada en tus ojos, contar las horas, minutos y segundos que faltaban para tocarte.
Es la única vez que Te quiero realmente significo te entrego lo que soy y lo que tengo sin remisión, es la única vez en que condene mi alma por entregártela y fue la única vez en la que tuve la certeza de que eso me acompañaría a lo largo de la vida hasta el día que ya no este aquí.






Palabrita de la niña ratón